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Pandemia agravó formas de convivencia y dificultó la vida comunitaria para la construcción de la paz

Presidente de Serapaz AC ofrece conferencia virtual en Semana por la Paz, jornada de conferencias virtuales organizadas por CUTonalá

La pandemia por el COVID-19 en el mundo ha agravado las diferencias entre la población y dificultado la convivencia comunitaria, afirmó el Presidente de Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz), AC, maestro Miguel Álvarez Gándara, durante la conferencia virtual “Los nuevos retos civiles de la construcción para la paz”.
 
“La pandemia ha acelerado, ha agravado las tendencias y conflictividades previas; ha generado una dificultad para la convivencia de la vida comunitaria; ha calentado las afectividades y todos estamos viviendo un reto en esta contradicción del encierro. La actividad y las nuevas formas de actividad y este calentamiento subjetivo se agrega a este agravamiento objetivo de las conflictividades”, declaró.
 
El especialista, Premio Nacional de Derechos Humanos 2017, aseguró que esta emergencia se tiene que asumir como “una nueva capa” en los retos de la paz y las conflictividades.
 
En la conferencia, que formó parte de la Semana por la Paz, jornada de conferencias virtuales “Hacia la construcción de paz en la sociedad”, organizada por el Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá) y moderada por el Jefe del Departamento Ciencias Jurídicas del plantel, doctor Marco Antonio Núñez Becerra, Álvarez Gándara señaló que antes se creía que la ONU era la responsable de traer de fuera las claves y soluciones para lograr la paz en los países en conflicto.
 
Ahora, esto no es así, pues hay la certeza de que “la paz se construye a partir de los procesos locales y con los propios actores que viven las conflictividades y problemáticas”, y la sociedad civil ha desempeñado un papel fundamental en la generación de estrategias para alcanzar la paz, dijo el también miembro del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.
 
Recordó que México ha sido pionero en la manera de encarar los conflictos con el movimiento zapatista surgido en Chiapas en 1994, que luego de los días de conflicto armado convocó a una fuerza política y social más amplia, incluso, fuera del país.
 
“Fue el primer tipo de conflicto que se salió de la lectura clásica de las soluciones. Aunque se rompió el diálogo, el proceso de autonomía y la pregunta de ¿quién construye qué? se hizo mucho más sólida, y eso ligó a la paz con la conflictividad; a que la lógica de paz para un conflicto armado se alumbrara también para los conflictos sociales sin tener que esperar a que éstos tuvieran que subir sus condiciones de lucha violenta o del uso de la fuerza”, subrayó. 
 
La forma en cómo se abordó el conflicto zapatista tuvo otra clave: el vínculo de conflictividad y los derechos humanos no como una regalía del Estado, sino como un bien producto de la dignidad humana, detalló Álvarez Gándara.
“Estos tres engarces son considerados como la nueva base luminosa por donde impulsar procesos de paz, ya no sólo para los conflictos armados, sino para quienes están viviendo violencias, y es la sociedad civil a la que le toca ser la entidad que aporte”, dijo.
 
Además de esa experiencia, en un contexto en el que México vive un conflicto armado atípico tras la llamada “guerra contra el narcotráfico”, generó la aparición de las víctimas como sujetos clave en el país y la aparición de los derechos humanos “como el terreno sobre el cual se están expresando todas las problemáticas”.
 
“Los derechos humanos dejaron de ser un espacio de expertos y de la lógica jurídica, y se convirtieron en un terreno no solo defensivo, sino propositivo. En el caso de México, además se dio con una característica distinta a otros países, que es el de la justicia transicional, que se generó para ayudar a procesos de paz, para acelerar el cumplimiento de acuerdos y avances en materia de justicia, y con ello se consagró el derecho a la verdad, a la justicia de la víctima, a la reparación del daño y a la no repetición, que se convirtieron en el rasgo de la lucha por los derechos humanos”, concluyó Álvarez Gándara.  
 
 
Atentamente
"Piensa y Trabaja"
"Año de la Transición Energética en la Universidad de Guadalajara"
Guadalajara, Jalisco, 24 de septiembre de 2020

 
Texto: Mariana González-Márquez
Fotografía: Cortesía CUTonalá